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15-03-21

El primer monumento llega con la primavera

Los 299 kilómetros que separan Milán de la meta en Sanremo hacen de la Classicissima la carrera más larga del calendario actual, con diferencia. Además, la Milano-Sanremo es, de los cinco monumentos, el que menos ha cambiado su trazado a lo largo de las décadas, y esto le confiere un tinte de ciclismo de otra época.

Tradicionalmente se ha considerado el monumento más propicio a las llegadas al sprint, si bien es cierto que en los últimos años han sido decisivos los ataques en la subida al Poggio di Sanremo, que se corona a 5,5 km de la línea de llegada.

Favoritos

Parece ser que los puncheurs le han tomado la medida a la carrera, así pues hay que buscar los principales contendientes entre corredores explosivos, y hay tres nombres que nos vienen a la mente inmediatamente: Wout Van Aert (1000), Julian Alaphilippe (1200) y Mathieu Van Der Poel (600) se han mostrado muy fuertes en la Tirreno-Adriatico, y parten como claros favoritos. Otros hombres que se adaptan bien a esfuerzos duros pero cortos pueden ser Maximilian Schachmann (1000), Greg Van Avermaet (800), Vincenzo Nibali (800), Peter Sagan (1200) o Michal Kwiatkowski (600).

Si llegara un grupo más numeroso podrían sumarse a la disputa Arnaud Demarre (1000), John Degenkolb (600), Alexander Kristoff (600), Mateo Trentin (800), Davide Ballerini (600), Michael Mathews (1000), Mads Pedersen (600), o Giacomo Nizzolo (600). Mas difícil lo van a tener sprinters puros como Elia Viviani (1000), Caleb Ewan (1200) o Sam Bennet (1200), pues el ritmo infernal que se vivirá en el Poggio puede dejarles sin opciones a la victoria.

Por último, mención aparte merece Philippe Gilbert (600), que va a intentar conseguir el único monumento que le falta y poner la guinda a un palmarés de leyenda.